Esta es una pregunta que siempre trae loca a las personas, ¡y es que es un tema tabú que horroriza a todo el mundo! Porque el hecho de que haya reformas y obras en casa es algo que puede cambiar, temporalmente, nuestra forma de vida (por no hablar de nuestro bolsillo).
Sin embargo, en ocasiones no deja de ser necesario.
Las temidas reformas
No hace falta explicar qué es una reforma. Creo que a la mayoría nos viene la voz de Berta en “La que se avecina” diciendo “¡Obras! ¡Obras!”… ¿y no es lo que sentimos todos, en realidad?
Todos necesitamos ese oasis de paz en casa, llegar del trabajo, de pasear, de estar con los amigos… y ver que está todo perfecto en casa.
Pero ¿qué pasa cuando no es así?
Las reformas salvan vidas
¿Sabes que las reformas pueden evitar accidentes?
Las reformas pueden ser muy tediosas, pero en muchos casos (por no decir en la inmensa mayoría), pueden evitarnos grandes disgustos.
Por ejemplo, supongo que tienes un hijo. Y suponte que la instalación eléctrica de tu casa es defectuosa o está vieja, porque llevas muchos años allí. Cables sueltos, cables mal colocados… Ahora, imagínate que -Dios no lo quiera- un día tu hijo piensa que meter los dedos en el enchufe podría ser divertido. ¡Ya tenemos un accidente que podría haberse evitado con una reforma de la instalación eléctrica!
Te planteo otro ejemplo: supongo que los muros de tu casa (incluso los de carga) empiezan a agrietarse (por el paso del tiempo, una mala construcción…). Y suponte que, un día, el que menos te esperes, las grietas empeoran y se vienen abajo… ¡contigo, tu hijo o tu pareja allí en medio! Ya tenemos otro accidente que podríamos haber evitado con una buena reforma del interior de tu vivienda.
Y es que sabemos que las reformas pueden ser un espanto que acaban con tu tranquilidad, pero existen tantas probabilidades de que estas eviten accidentes que es hora, de verdad, replantearte si necesitas una reforma en tu vivienda.
¿Cómo debo plantearme la reforma?
Hacer reforma no tiene por qué significar que debas reformar TODA tu casa. De hecho, en casi ningún caso es así.
Lo primero que debes saber es que existen dos tipos de reforma básicas. Primero está la reforma parcial, que no es más que aquella que se centra en una habitación o en alguna parte de la casa en concreto. Es decir, quieres reformar tu cocina (porque quieres pasar del gas a la eléctrica), y reformas solo tu cocina. O, como hemos dicho, la instalación eléctrica del cuarto de baño (que puede provocar una descarga eléctrica peligrosa), que se centraría SOLO en el baño. Eso es exactamente una reforma parcial.
Luego tenemos la reforma integral, que repercutiría en la totalidad de la casa. Ya sea porque has de cambiar todo el suelo de la casa completa, la reforma completa se va a centrar en toda tu casa. Es la que más hacen que nos duela la cabeza, porque es lo que más perjudica nuestra estabilidad mental.
¿Cada cuánto tiempo debo plantearme una reforma?
Las personas no somos las únicas que envejecemos, las casas lo hacen con nosotros. La madera se pudre, los cables envejecen, las grietas empiezan a aparecer, pueden empezar a aparecer humedades con el tiempo (las cuales traen enfermedades consigo)… y, como los humanos, también necesitan revisiones que nos aseguren de que están bien y de que no nos vamos a ver en un problema severo de salud más adelante.
Por lo tanto, cada cierto tiempo (aconsejamos que sea cada 10 – 15 años) deberías planteártelo de la siguiente forma:
- Contrata a un especialista que haga un estudio integral de tu casa completa: su exterior y su interior (es decir, sus instalaciones, sus muros, el cableado… todo).
- En caso afirmativo, no te lo pienses demasiado: el tiempo pasa para todos… incluso para las casas.
¿A quién debo acudir si necesito una reforma?
A un profesional. Siempre. Sin dudarlo. La casa es nuestro remanso de paz, nuestro nido en la tormenta, y no podemos dejar que cualquiera se encargue de ella. Tanto por nuestra seguridad como por la de nuestro bolsillo.
Profesionales como el Grupo Navitec llevan años en el mercado y tienen cientos de opiniones a sus espaldas, que es lo que deberías buscar.
Estos profesionales hablarán contigo, te orientarán, harán planos que luego te enseñarán y no ejecutarán ninguna obra sin tu aprobación, que es lo mínimo que te mereces. No confíes en cualquiera para llevar a cabo una reforma en tu casa, contacta con los especialistas del sector.