Los beneficios de disfrazarse

Disfrazarse está de moda y además es algo con lo que la gente disfruta bastante, con independencia de la edad que tengamos, aunque muchas veces, especialmente hace años se pensaba que era algo exclusivo de los más pequeños de la casa.

Lo que para nosotros puede ser una camisa añeja, para tu niño puede ser la que lleva un pirata de lo más valiente. En resumidas cuentas, es posible que le encante disfrazarse para ser uno de esos personajes que admira.

Esto es lo que hace que pueda ver una espalda en donde tú ves el palo de la fregona o una colchoneta puede ser todo un coche de carretas. Los pensamientos simbólicos, a edades como cuatro o cinco años suele estar bastante desarrollado, por lo que disfrazarse es una magnífica forma de jugar.

Hay que pensar que los juegos simbólicos o representación de roles son más que una imitación. Cuando el niño se pone el delantal y está jugando con los cacharros no es que solo haga que está cocinando, lo que hace es también sentirse como si fuera papá o mamá o el “Arguiñano” que ve en la televisión. El disfraz no es necesario que sea de gran realismo, porque la imaginación ya la ponen ellos.

¿Qué ocurre cuando le enseñamos a disfrazarse?

Pasa a interpretar el papel de otra persona, asumiendo las formas de actuar, y en este sentido puede ayudarnos en bastantes aspectos:

  • Se eleva su empatía, por lo que va a tener una capacidad mayor para comprender a las demás personas y poder ayudarles
  • Ayuda a que su comprensión sea mejor y así aceptar las normas y obligaciones. En este caso, puede hacer de profesora cuando tenga que regalar a un muñeco que no se esté portando bien y no deje que siga con la clase
  • Vale para que se desinhiba y se muestre más abierto, lo que puede ser de ayuda a poder socializar con otros niños o a que supere la timidez en caso de que la tenga
  • Se va a sentir con más fuerza y poder con el disfraz, lo que hará que aumente en su sentimiento de autoestima y la motivación para conseguir mayores metas

El caso es que los mayores también aprenden.

Para las personas adultas, los juegos simbólicos que motivan los disfraces son una ventana al interior del niño. Si se mira con atención el juego, es posible ver el mundo de los ojos, lo que es de gran utilidad para poder cambiar los diferentes estereotipos, solucionar miedos o poder expresar deseos.

Ayuda también a poder favorecer la aproximación entre padres e hijos. Por este motivo, si vemos como hace el papel de padre o madre, se va uno a poder hacer a la idea de cómo ve vuestro pequeño la relación de pareja que tenéis.

Acertar con su disfraz

En el caso de que vayas a comprar al niño un disfrazo o si optas por fabricarlo tú, hay una serie de cosas que debes tener en cuenta.

  • El tema tiene que estar de acuerdo con los gustos que tengan los niños y con las posibles aspiraciones que puedan llegar a tener. Hay dos maneras que pueden ayudar a que acertemos: los personajes de ficción que más nos gusten y las profesiones que admire, lo que nos ayudará a ensayar los roles en la sociedad.
  • Siempre va a ser importante que sea confortable para ser llevado y que se pueda tener una gran libertad de movimientos. De igual manera, no se debe romper con facilidad, lo que le ocasionaría un gran disgusto.

Como dicen en Idealfiestas,que tienen sobrada experiencia en este tipo de artículos al comercializarlos desde hace años, hay que ser cuidadosos y observar bien los comportamientos de los pequeños.

Esto puede pasar cuando por ejemplo tu hijo se haya probado una careta del disfraz que le quede bien, pero no quiera llevarla. Algunos niños se comportan así porque deben ver su cara para poder reafirmar el protagonismo que tengan, algo que se ve bastante en niños y que incluso a edades como los cuatro años continúa siendo algo bastante normal que suceda.

Como puedes ver, los disfraces, en especial en edades tempranas son también bastante útiles para el crecimiento del niño y no solo una fuente de diversión, por lo que tenemos que contar con ideas y hacerle caso, pero siempre siendo vigilantes al respecto.

Esperamos que después de todo esto, sepamos cómo actuar al respecto, pues disfrazarse está muy bien, pero más aún que además sirva para la mejor educación de niños y mayores.

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