Tengo un loro como mascota, ¿qué cuidados le debo prestar?

Hace unos meses fuimos de vacaciones a Tenerife y allí visitamos un parque zoológico que cuenta, según dicen, con la reserva de especies y subespecies de loros más diversa del planeta. Mi hijo se quedó prendado de estos animales por su colorido y vistoso plumaje, así como por su carácter sumamente sociable, lo que dio como resultado que a la vuelta de este viaje nos planteásemos tener un loro como mascota en nuestra casa. Indagando pudimos ver que en esta tienda online de pajareras y accesorios, encontraríamos todo lo necesario para su instalación y cuidado, pues los responsables de esta empresa ubicada en Sevilla al ser criadores además de grandes apasionados de las aves nos pudieron asesorar e informar de todo lo que necesitábamos saber.

Fue allí donde a través de su página web compramos una jaula apropiada al tamaño del loro teniendo en cuenta que debe tener espacio suficiente para poder aletear, es decir donde nuestra mascota se pudiese sentir cómoda y segura, y con sus accesorios correspondientes como es el comedero, el bebedero, la bañera… además, también disponen en la tienda de comida especial para los loros y complementos alimenticios como vitaminas, así como juguetes y complementos necesarios para su cuidado e higiene. En la tienda de pajareras y accesorios, también disponen de jaulas y casas para aves silvestres que se pueden colgar en el jardín o en un balcón de casa.

Tener un loro en casa como mascota no es una tarea demasiado complicada en cuanto a cuidados, lo que unido a su carácter amigable, extrovertido y divertido hace que sea un buen compañero para los niños y una agradable compañía para los adultos.

En el caso de que nos hayamos aventurado a tenerlo en casa debemos tener presentes algunos de los cuidados que necesita, entre los que podemos reseñar como más importantes los siguientes:

  • La limpieza y el aseo diario de su jaula es la principal tarea a realizar. El plumaje del loro debe estar siempre limpio, vistoso y con brillo, porque en él se refleja si el animal disfruta de una buena salud al igual que sucede en otros animales como es el caso de los perros que se manifiesta en su pelo.
  • La jaula debe ser amplia para moverse con facilidad y en ella debe poder tener espacio suficiente para aletear y extender totalmente sus alas. Es interesante colocar en el fondo de la jaula unos papeles de periódico, que retiraremos a menudo, para que el loro no esté en contacto con sus propios excrementos y así evitaremos además la proliferación de parásitos. La jaula debe disponer de unas perchas donde el animal pueda posarse y estas se deberán mantener siempre limpias con el fin de evitar infecciones en sus patas.
  • Si alguna parte de su cuerpo es de vital importancia para él es su pico puesto que es con el mediante lo que come y tritura los alimentos, escala, se sujeta, manipula objetos… es como su brazo. Además, hay que tener en cuenta que en la punta del pico está situado su sentido del tacto. Pero cabe resaltar que este crece continuamente por lo que se debe tener en la jaula elementos como juguetes, ramas, piedras… con los que pueda limar y desgastar su pico, además de ejercitarlo.
  • Los cuencos de comida y agua se deben cambiar y limpiar cada día. Su alimentación debe ser variada y a mayores de semillas y alpiste debe incluir frutas y vegetales como zanahorias, nueces, manzanas, uvas o plátanos.
  • La jaula debe situarse en un lugar con abundante luz y ventilación, pero no donde haya corrientes o cambios bruscos de temperatura y pudiendo ser en una situación en la que pueda estar con gente puesto que les gusta la compañía y requieren una gran atención y cariño ya que son animales muy sociables. Cuando se sienten solos se deprimen y pueden llegar quitarse las plumas del disgusto.
  • Es un animal muy longevo, como media puede llegar a vivir unos cincuenta o sesenta años, por lo que será una buena compañía durante mucho tiempo.

Los loros además de compañeros pueden ser grandes conversadores.

Aparte de los cuidados básicos que mencionamos y aprovechando que esta especie forma parte de una serie de aves parlantes, algunas personas desean entrenar a sus loros para enseñarlos a hablar. Esto es posible ya que, debido a su inteligencia, pueden llegar a mantener una pequeña conversación con su cuidador o a superar pruebas de habilidades como por ejemplo acertar colores. Esta enseñanza debe realizarse con paciencia y cariño, repitiéndolo varias veces al día, ya que su habla es por imitación, además se debe tener en cuenta que algunos loros son más parlanchines que otros, generalmente los machos lo son más que las hembras.

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