Cuando llega el momento de hacer una reforma integral en la vivienda, pueden surgir muchas dudas, y solo de pensarlo, parece misión imposible. Y es que el proceso, es bastante complicado, y a menudo, uno no sabe ni por dónde empezar. Sí, claro, todo el mundo tiene muy claro, como sería el tipo de casa donde le gustaría vivir, pero lo cierto, es que casi ninguno sabría cómo hacer para conseguirlo. ¿Sabrías tú?
Hacer una reforma integral en el hogar requiere tiempo, esfuerzo y además dinero. Pero no acaba todo aquí. Además, nos hará falta una buena dosis de paciencia y alguna que otra molestia añadida. Durante un tiempo, nuestra vivienda estará patas arriba e incluso puede que tengas que abandonarla y trasladarte un par de días a un hotel o a la casa de algún amigo o familiar, lo cual, siempre es un engorro que puede trastocar ligeramente nuestro día a día. Pero recuerda, todo esto merecerá la pena.
Así pues, si estás pensando en hacer una reforma integral de tu vivienda, estás de suerte, porque en este post, te vamos a dar unos consejos para que puedas hacerlo bien, sin dificultades y si arruinarte. Te ayudaremos a conseguir el éxito en tu proyecto. ¿Que no te lo crees? ¡Empezamos!
Hacer una reforma integral en casa paso a paso
Lo primero que has de saber, llegada la hora de hacer una reforma integral en tu vivienda, es que antes de pensar en la decoración, en los materiales o en los muebles, es que tendrás que cambiar las instalaciones. Si no lo haces antes de cambiar estas cosas, por ejemplo, los azulejos del baño o de la cocina, las baldosas del suelo, la pintura de la pared, y de repente, falla algo en las tuberías, o con el sistema eléctrico, tendrás que echarlo todo abajo para arreglarlo, con todo el dinero que has invertido. Y después, con suerte, si te queda dinero, volverlo a dejar igual de mono. Y esto no es lo que quieres, ¿verdad? Una vez que hayas renovado las instalaciones, ya puedes empezar a pensar en la decoración.
Así que, antes de ponerte manos a la obra, has de tener en cuenta lo siguiente:
1. Asegúrate de lo que quieres y de lo que necesitas. Párate a pensar qué es lo que de verdad vas a necesitar para conseguir la casa de tus sueños. No te lances a lo loco, sin más. Se prudente y ten en cuenta a las personas que vivirán en ella. No es lo mismo la casa de una persona sotera, que con pareja, o con hij@s, que sin hij@s, o una casa en la que se hace mucha vida, que recibe muchas visitas, que una casa a la que solo se va a dormir. Hay que tener en cuenta, entonces, las necesidades de todas aquellas personas que vivirán contigo. Reuníos todos y debatid. Pensad en el espacio, en el dinero y sobre todo, en sí es posible.
2. Cambios en la distribución
Aclarado el punto anterior, piensa en hacer cambios en la distribución. Haz un boceto, o mejor, encárgalo a un despacho de arquitectos. En Internet hay aplicaciones gratuitas que pueden ayudarte en este proceso. Decide dónde estará mejor el baño, el número de habitaciones, cuántos enchufes necesitarás o si tienes dinero para hacer todo lo que quieres. En este punto, tendrás que decidir, además, si necesitas la ayuda de un profesional o bien, si puedes hacerlo tú mism@.
Si se trata de una vivienda unifamiliar tirando a vieja, puede que tengas que reformar el tejado. En este caso, Cubiertas Estévez, recomienda contratar a un equipo de profesionales expertos. Esta es una empresa madrileña especializada en construcción, rehabilitación y reforma de cubiertas y tejados en mal, que trabaja tanto para particulares como para empresas. En cubiertas Estévez, ofrecen la mejor relación calidad precio, personalizando cada proyecto, analizando las necesidades de todos y cada uno de sus clientes, y trabajando como si se tratase de su propia reforma, de su propio hogar.
3. Calcula el gasto de la reforma
No empieces ninguna reforma sin saber cuánto te va a costar, de esta forma, te evitarás sorpresas. A veces, la gente se pone a improvisar, no tiene claro que es lo que quiere, y al final, llegan los sustos. El gasto se puede disparar si no se tiene un control adecuado de la reforma, de lo que cuestan los materiales y toda la mano de obra. Debes calcular, además, cuánto tiempo te llevará hacer la reforma, ya que en este sentido, el tiempo, es oro.