Las aplicaciones de venta de productos de segunda mano han inundado nuestros móviles, y tras las fiestas de navidad y reyes magos son más útiles que nunca. Y sino solo hay que ver la cantidad de productos que se suben a estas aplicaciones durante las fiestas, ya que no siempre se regala a gusto de todos.
Y es que el Ser Humano a nivel psicológico es bastante simple, y cuando no le gusta algo que le han regalado y no quiere herir devolviendo un producto o pidiendo el ticket, tendemos a deshacernos del regalo de la manera que más beneficios nos genera, y de ahí el éxito de estas aplicaciones de ventas de segunda mano.
Pero existen regalos que duran (casi) toda la vida, y esto es algo difícil de encontrar a día de hoy, pues la obsolescencia programada está a la orden del día. Recordemos que la obsolescencia programada es la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, tras un periodo de tiempo calculado de antemano por el productor.
La obsolescencia programada es un tema candente en la sociedad, dado que en el pasado cuando se rompía un producto lo llevábamos a reparar y podíamos continuar utilizándolo. Pero actualmente es muy difícil reparar ciertos productos, pues la reparación supera el precio de lo que cuesta un producto similar, o se acerca demasiado.
Es por este motivo que los mejores regalos que se pueden hacer son aquellos que duran en el tiempo, ¿y qué podemos regalar que dure en el tiempo? Pues la clave es la artesanía, los productos realizados por artesanos suelen tener una mayor vida útil, pues se utilizan métodos tradicionales.
También podemos acudir a regalar regalos tradicionales, como pueden ser los útiles de escritura, que por mucho que se quiera pensar no caen en desuso. Un buen amigo me dijo una vez que una buena libreta con un papel de alto gramaje era una de las cosas que no se esperaba que le hicieran tan feliz en un regalo.
El útil de escritura por excelencia es sin duda la pluma estilográfica, un instrumento de inscribirá con más de un siglo de antigüedad, y que hoy en día podemos encontrar en diferentes formas, tamaños y marcas. En el artículo de hoy vamos a hablar de cuáles son las plumas más destacadas del pasado dos mil dieciocho, para hacer una idea de qué podemos regalar.
Plumas estilográficas para todos los gustos
Para empezar diremos que cuando hablamos de plumas tenemos que tener claro cuánto nos queremos gastar, ya que podemos comprar plumas de calidad desde los veinte euros hasta sobre pasar los mil euros. Todo depende del tipo de plumín como de los materiales de fabricación de la pluma.
Para empezar, vamos a hablar de una pluma que ha traído un nuevo sistema de llenado, la Twsbi Eco. Esta pluma es muy interesante, pues introduce un sistema de carga por pistón mediante botón, lo que la hace perfecta para una persona que se inicia en el mundo de la escritura. Esta pluma se puede encontrar por un precio de entrada de alrededor de veinte euros.
En segundo lugar, y pasando de gama de entrada a gama media nos encontramos con las diferentes plumas de la marca Duke. Una marca, que si bien no es suficientemente conocida en Europa, nos ha dejado modelos sobresalientes en diferentes precios, y con una calidad máxima. Estas plumas las podemos encontrar en tiendas como eBay importadas de otros países, pero Mi Plumier también tiene varios modelos muy resultones a la venta.
Si damos un paso más, y girando la cabeza hacia Italia, nos encontramos con las plumas de la marca florentina Visconti. Uno de sus últimos modelos es el denominado Pentagon, una pluma con forma de pentágono en su cuerpo y un plumín realmente bueno, que alcanza los trescientos cincuenta euros a costa de un diseño que llamará la atención.
Y por último, vamos a hablar de plumines (la parte que toca el papel) ya que durante este 2018 hemos visto como los plumines flexibles tipo “vintage” se han materializado a lo largo de varios modelos de marcas como Conklin, tal y como lo lleva haciendo durante años la marca Noodler’s. Una pluma apta para todos los públicos pero recomendada para aquellos con una buena escritura.