¿Le damos a dormir la importancia que se merece? Estamos ante una pregunta que, seguramente, ofrecerá versiones y opiniones diferentes en función de quién de vosotros y vosotras la responda. Creo que todo el mundo sabe a estas alturas de la vida que dormir tiene una importancia que es grandísima y que explica el rendimiento que podemos tener en otras facetas de la vida. Dormir bien tendrá una importancia durante nuestra jornada laboral, durante nuestro tiempo de ocio y durante cualquier momento del día, en definitiva. Así que tiene que ser una de nuestras más grandes prioridades.
Vamos a mostraros un artículo publicado en la página web oficial de Avogel en la que se ponen de manifiesto algunos problemas que tienen su origen en no dormir como realmente deberíamos o la cantidad de horas suficientes:
- Lo primero de todo es que se producen alteraciones psicológicas. Y ya sabemos que eso entraña un peligro que no todo el mundo es capaz de prever.
- Una de las consecuencias más grandes y evidentes es que se limita la capacidad cognitiva. Por eso no somos capaces de rendir como deberíamos durante nuestras horas de trabajo.
- Ojo, porque también ocasiona problemas con la obesidad y la diabetes. Estos son dos de los miedos más grandes entre la población y saber que pueden aparecer como consecuencia de un mal descanso debería hacer que tomáramos todas las medidas oportunas para dormir bien.
- Irritabilidad: está claro que, cuando no dormimos bien y estamos cansados, es más fácil que nos enfademos incluso con las personas que más nos quieren y a las que adoramos.
- Bajo rendimiento físico: si solemos practicar deporte, no descansar como realmente deberíamos nos va a ocasionar problemas de todo tipo, desde un cansancio mucho más temprano en la realización de la actividad hasta una mayor probabilidad de lesión.
Claro, muchas de las personas que estáis leyendo diréis que, en vuestro caso, los problemas al dormir tienen que ver con otras cosas (comodidad, ruidos, etcétera) y que el número de horas que pasáis en la cama es el correcto, el recomendado por todos los expertos en la materia. Por lo menos, tenéis algo. Esos problemas de comodidad los podréis resolver, pero quien no duerma al menos ocho horas al día tiene que cambiar sus hábitos. De lo contrario, fijaos a lo que se expone. Nos lo cuentan desde el portal web Hogarmanía:
- Lo primero que se indica tiene relación con lo que añadíamos más arriba: la obesidad. Si no duermes lo suficiente, engordarás más.
- Tendrás problemas con la salud cardiovascular. Y con ella no se juega.
- Otro de los grandes problemas derivados de la falta de sueño puede llegar a ser la ansiedad. Cada vez más gente la sufre y una manera de ponerle freno es aumentando el número de horas de sueño.
- En el mismo punto que la ansiedad se encuentra la depresión.
- Tendremos una mayor probabilidad de caer enfermo a causa de un sinfín de razones.
- Ni que decir tiene que la falta de concentración, esa capacidad cognitiva de la que antes hablábamos, será nuestro pan de cada día.
- Finalmente, sufriremos las consecuencias del envejecimiento prematuro, lo que repercutirá de un modo directo sobre nuestra imagen física.
Las horas de descanso son lo suficientemente importantes como para que pasemos por alto todo lo que necesitamos para que ese descanso sea de calidad. Dormir bien no solo es una cuestión numérica (se han dormir, como mínimo, ocho horas cada día), sino que debemos conseguir que esas horas sean de sueño profundo y cómodo. Son muchas las personas que han tenido problemas a este respecto en los últimos años en España y que han encontrado en la ropa de cama la mejor alternativa para transformar sus incomodidades en la cama en horas de sueño de calidad. Los profesionales de Tonicahogar nos han indicado que una de las cosas que lo explica es que, ahora, el interés de las familias españolas por productos como la ropa de cama es mucho más grande que el de hace unos años.
Convendría dormir más, eso está claro
Hemos hablado de la calidad de las horas de sueño, pero por mucha calidad que tengan es evidente que no podemos dormir cuatro horas al día. Es importante adquirir un hábito de sueño que nos permita descansar esas ocho horas mínimas que demandamos y que incluso deberían ser más. Y tenemos que estar pendientes, si tenemos niños o niñas, de que esos hábitos se desarrollen desde edades tempranas. Si no, pondremos en jaque su crecimiento con todos los problemas que ya sabéis que entraña eso. Hemos hablado a lo largo de todo este artículo de un asunto muy serio y que merece la máxima de las atenciones por parte de cada cual.