La semana pasada mi madre vio una noticia sobre la canasta de picnic más cara del mundo, una de esas que lleva copas, vasos y de todo para llevar al campo, pero de lujo. Es una atractiva caja de madera y cuero con muchas herramientas de cocina, cubiertos para cuatro personas, dos pequeños botellones para vinos, copas de cristal grabadas y envases plateados para los alimentos. Pesa casi 20 kilos y cuesta 46 mil dólares (Más de 40 mil euros).
Cuando vino a enseñarme aquel artículo, teniendo en cuenta lo pija que puede ser a veces, pensaba que iba a decirme que quería hacerse una igual. Bueno, igual, igual, no, sino una igual pero en económico que, para mí, sigue siendo caro (pero ese es otro tema). Sin embargo, lo que me dijo fue: quiero unas copas grabadas como esas para Navidad.
¿Os habéis dado cuenta de lo poco que necesita mi madre para encapricharse con algo? Ahora resulta que quiere que le regalemos doce copas de vino, con sus 12 copas de brindis, y sus 12 copas para el agua con su nombre y el de mi padre grabados en el cristal… como si fuera una pareja de recién casados a los que le regalan el ajuar… En días como hoy pienso que mi madre se quedó en los 15 años mentales y no evolucionó como los Digimons.
El caso es que no es tan sencillo encontrar lo que ella quiere. Mi hermana y yo bajamos al Corte Inglés y sí, ellos puedes hacerle la cristalería que quiere pero el precio que van a pedirle por ella supera, con creces, el presupuesto que tenemos este año para los regalos de toda la familia así que lo hemos descartado directamente y, por Internet, hay muchos anuncios de copas grabadas para boda, es decir, dos copas, una para el novio y otra para la novia, pero no toda una cristalería personalizada.
Mi experiencia ha dado con la empresa idónea
Sin embargo, como yo soy muy buena en esto de las búsquedas online, he dado con Cristafiel, una empresa que sí hace lo que mi madre quiere y a un precio equilibrado. Eso no quiere decir que sea barato, sólo que es equilibrado. Y quiero dejar este punto sobre la economía del regalo claro porque por culpa del capricho de mi madre, mi hermana y yo hemos renunciado a nuestros respectivos regalos (los que nos hacemos entre nosotras) para dedicar ese dinero a las puñeteras copas grabadas.
Obviamente mi hallazgo es buenísimo porque os puedo asegurar que no es nada fácil encontrar una empresa como Cristafiel, especializada en grabados en copas de cristal con precios bastante ajustados, y por eso os traigo su web y, a cambio, me merezco un precio ¿no? Lo malo es que ese premio será, como mucho, un gracias por parte de mi madre porque es que, la santa mujer, además de pija es más sosa que un pan sin sal.
Conclusión: he encontrado una buena empresa porque soy muy buena buscando compras online pero me voy a quedar sin regalo de mi hermana por culpa de la pijería de mi madre así que no sé si me compensa el hallazgo.