El pie de atleta es una infección en los pies provocada por hongos que suele causar mucha molestia y en algunas ocasiones, es algo difícil de erradicar.
Si estás pasando por este mal y quieres información sobre como tratarlo y evitar que reaparezca, aquí te contamos todo lo que necesitas saber.
Causas del pie de atleta
El pie de atleta ocurre cuando un cierto hongo prolifera sobre la piel de los pies, sobre todo entre los dedos. Dicho hongo prospera en zonas cálidas y húmedas; y el riesgo de contraerlo aumenta cuando:
- Usamos calzado cerrado, especialmente si es recubierto con plástico
- Mantienes tus pies húmedos durante períodos prolongados
- Transpiras mucho
- Tienes una lesión menor en la piel o las uñas
Además, se puede transmitir por contacto directo o por contacto con artículos tales como zapatos, calcetines y superficies de duchas o piscinas, y aún peor, se contagia con mucha rapidez.
Síntomas
El síntoma más común que nos alerta sobre el pie de atleta es la piel agrietada, en escamas y que se desprende entre los dedos de los pies o en los lados del pie; siendo otros síntomas:
- Piel roja y con picazón
- Ardor o escozor
- Ampollas que supuran o que forman costra
- Si el hongo se disemina hacia las uñas, estas pueden presentar decoloración, engrosamiento e incluso pueden desprenderse.
Igualmente, hay que tener en cuenta que el pie de atleta se puede presentar al mismo tiempo que otras infecciones de la piel por hongos o levadura como dermatofitosis y tiña crural.
¿Cómo se detecta el pie de atleta?
Tu médico de confianza podrá diagnosticar si tienes pie de atleta con solo observar la piel, y si se necesitan exámenes, estos pueden ser:
- Una simple prueba en el consultorio llamada examen de hidróxido de potasio (KOH) para buscar hongos
- Cultivo de piel
- Una biopsia de piel, donde se usa un tinte especial llamado PAS.
Tratamiento para el pie de atleta
Los principales aliados en la lucha contra el pie de atleta son las cremas o polvos antimicóticos de venta libre, que ayudan a controlar la infección ya que estos productos contienen medicamentos como miconazol, clotrimazol, terbinafina o tolnaftato; los cuales se deberán seguir usando de 1 a 2 semanas después de que la infección desaparezca para ayudar a prevenir que vuelva a presentarse.
Además, se deben tomar las siguientes medidas:
- Mantener los pies limpios y secos, especialmente entre los dedos.
- Lavarse bien los pies con agua y jabón, y secar completamente la zona con mucho cuidado, al menos dos veces al día.
- Utilizar lana de oveja para ensanchar y conservar seco el espacio entre los dedos.
- Usar calcetines de algodón limpios y cambiarlos tan frecuentemente como sea necesario para mantener los pies secos.
- Usar sandalias o chanclas en duchas o piscinas públicas.
- Utilizar polvos antimicóticos o talcos de secado para prevenir el pie de atleta si tiende a presentarlo a menudo o si frecuenta lugares en los que es común el hongo que provoca el pie de atleta, como por ejemplo, duchas públicas.
- Ashi Sports, distribuidores expertos en zapatillas trail running, recomiendan usar zapatos que estén bien ventilados y fabricados de un material natural. Además es de mucha ayuda alternar zapatos cada día, de manera que puedan secarse por completo desde la última vez que los usaste.
Complicaciones del pie de atleta
Por lo general, el pie de atleta cede ante el tratamiento, sin embargo, puede presentar algunas complicaciones como las siguientes:
- El pie está hinchado y caliente al tacto, tiene líneas rojas o dolor. Estos son signos de una posible infección bacteriana. Se pueden presentar también otros signos como pus, secreción y fiebre.
- No mejora con tratamiento. Si el pie de atleta no mejora con los cuidados personales en 2 a 4 semanas o si reaparece con frecuencia, hay que asistir a consulta con el médico para que nos recete:
- Medicamentos antimicóticos tomados por vía oral
- Antibióticos para tratar infecciones bacterianas que se presentan por el rascado
- Cremas tópicas de receta que matan los hongos
Remedios caseros
También existen muchos remedios naturales o caseros que pueden ser útiles para matar el hongo que causa el pie de atleta. Estos son algunos:
1. Aceite de árbol de té (Melaleuca alternifolia)
Un estudio mostró que las soluciones que contienen 25 y 50 por ciento de aceite de árbol de té funcionan para aliviar el pie de atleta entre los dedos de los pies. De hecho, demostró ser más eficaz para matar hongos que otros agentes antimicóticos que se probaron.
2. Ajo
Para erradicar el pie de atleta, date un baño de pies usando dientes de ajo frescos. Antes de esto, hay que triturar unos tres o cuatros ajos y mezclarlos en el recipiente de agua tibia. Entonces, debes remojar los pies durante 30 minutos, dos veces al día durante una semana. Eso sí, los compuestos del ajo te dejarán un fuerte olor en los pies.
3. Peróxido de hidrógeno con yodo
El peróxido y el yodo se usan comúnmente para desinfectar cortes y heridas, y para matar los gérmenes en la piel. Sin embargo, un estudio reciente descubrió que, en combinación, puede eliminar 16 hongos diferentes.
Para probar este remedio, mezcla la solución de yodo y el peróxido de hidrógeno en un cubo o recipiente grande (la solución de yodo puedes encontrarla en la mayoría de las farmacias en la sección para el cuidado de heridas). Luego, debes sumergir los pies directamente en la solución o aplicarlo con un algodón en las áreas afectadas.
Eso sí, cuidado con usar yodo en la piel sin antes diluirlo, porque puede dañarla o mancharla si se usa solo; mientras que, el peróxido puede picar si la piel está rota o irritada, y puede decolorar el cabello y los tejidos.
De hecho, lo más recomendable es preparar la mezcla en una bañera o ducha puede para evitar manchas no deseadas, la decoloración y los derrames.
4. Secador de pelo y talco en polvo
Si los hongos no tienen un ambiente ideal para vivir, no pueden seguir creciendo y diseminándose. Por eso, al eliminar la humedad de los pies, especialmente entre los dedos, evitamos que el hongo se propague y empeore.
Las personas pueden lograr eliminar la humedad de sus pies secándolos bien con un secador de pelo después del baño, asegurándose de que no quede humedad, pero teniendo cuidado de no quemar la piel.
Luego, cuando los pies estén secos, hay que rociarlos con talco en polvo para ayudar a absorber el sudor. De hecho, muchos polvos para pies contienen talco y ayudan a mantenerlos secos.
Eso sí, si eres una persona con pérdida de sensibilidad o con alta sensibilidad en los pies, te recomendamos no usar este método.
5. Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es un producto que la mayoría de las personas tiene en casa y que pueden curar el pie de atleta de forma efectiva.
Un estudio en Mycopathologia encontró que el bicarbonato de sodio tiene capacidades antifúngicas cuando se usa en la piel. Por lo que, para remojar el pie, se recomienda mezclar aproximadamente media taza de bicarbonato de sodio en un cubo grande o un recipiente con agua tibia. Luego, remojar los pies durante 15 o 20 minutos, dos veces al día, y secar bien los pies, sin enjuagar.
El calcetín adecuado
Además de los diferentes tratamientos y remedios caseros, se recomienda también usar calcetines que absorban la humedad de la piel para ayudar a mantener los pies secos. Los tipos de calcetines ideales para este propósito son los de lana, bambú y tejido de fibra sintética, a menudo llamado calcetines inteligentes
También hay que cambiar los calcetines al menos una vez al día cuando los pies están sudorosos o húmedos. O, en un clima más cálido, use zapatos abiertos o sandalias para aumentar el flujo de aire a los pies.
La importancia de cambiar los zapatos
En pro de evitar el pie de atleta es importante que cada cierto tiempo inspecciones minuciosamente tus zapatillas de deporte y te deshagas a tiempo de las que estén muy usadas, antes de que se conviertan en un criadero de gérmenes.
Por otro lado, las zapatillas deportivas deberían usarse únicamente para hacer deporte y no llevarlas durante todo el día. Además, hay que dejarlas sin usar 24 horas como mínimo para que puedan airearse y secarse.
Los hongos patógenos se caracterizan por su fotofobia y su tenaz capacidad de supervivencia. Pueden presentarse en forma de esporas o filamentos (hifas), forma en la cual pueden propagarse y sobrevivir en condiciones adversas, en ambientes secos o a temperaturas extremas durante. Incluso, en ambientes húmedos y cálidos se muestran aún más resistentes y persisten durante más tiempo; siendo que las zapatillas de deporte, los zapatos de trabajo o las botas de montaña impermeables, cerrados y húmedos por el sudor, son el punto de partida del contagio a la piel de los pies.
Así, este tipo de calzado se puede convertir en el foco de infección, por lo que es importante que utilices un calzado adecuado para evitar el contagio.