Creo que puedo decir que no soy coleccionista de nada y que jamás lo he sido. De niña no coleccionaba muñecas, ni cromos, ni gomas de borrar y actualmente tampoco tengo ese hobby, sin embargo, si hay algo de lo que pueden acusarme de tener mucho, son relojes de pulsera. No los colecciono, lo juro, pero como me encantan tengo muchos. Entre los que yo me compro y los que me regalan creo que rondo los 15 relojes de marca y 20 más de los chinos e imitación. Pero lo peor de todo es que desde que he encontrado una tienda donde comprar relojes Lotus a buen precio la capacidad de mi cajón parece disminuir mientras que los productos de su interior aumentan.
No puedo evitarlo. Cada cierto tiempo entro en Only Silver, a la sección de Lotus, y adquiero uno nuevo. Es que los tienen a unos precios increíbles y normalmente, aunque me gustan muchas marcas, Lotus suele diseñas creaciones que me encantan.
Supongo que alguien podría decir que sí colecciono relojes pero yo no lo considero así porque no los guardo ni los expongo, yo los uso y si del desgaste se me estropea algunos no monto ningún drama, compro uno nuevo y punto, jejeje.
Colecciones Raras
Pero vamos, que si quieren decir que colecciono me da lo mismo, al menos es una colección bastante normal porque hay otras muy, pero que muy raras. Como curiosidad he investigado un poco y es increíble lo que tienen algunas personas. Por ejemplo:
- Carol Vaughn tiene más de cinco mil barras de jabón de diferentes partes del mundo.
- Robyn Anato tiene 3.000 muñecas de trapo.
- No sé si se le puede llamar colección, pero Barry Chappel mascó 95.00 chicles y los amasó en forma de pelota para tener la más grande del mundo hecha de chicle.
- Otra señora alemana tiene una colección de seis mil muñecos de Santa Claus. Creo que me daría miedo entrar a la estancia donde los tenga guardados sinceramente.
- Ron Hood guarda en su sótano una colección de más de tres mil dispensadores de caramelos de varias épocas diferentes.
- Y Lisa Courtney tiene más de 12 mil artículos de Pokémon, el anime japonés.
Habiendo visto eso, si me quieren llamar coleccionista que lo hagan porque lo mío tiene más sentido que eso ¿no?
A ver, yo puedo entender a quien colecciona sellos, por su valor cultural, histórico y económico. Al igual que monedas o incluso figuras de cristal de bohemia pero ¿qué sentido puede tener coleccionar jabones? Yo al menos uso mis relojes a diario, los convino con la ropa y los luzco porque el mero hecho de que me gustan: son un artículo usable… no sé… pero ¿jabones? Si los usas los pierdes y dejas de tener la colección y si no los usas y sólo los guardas para lo único que sirven es para ocupar espacio ¿o no?