¿Tu coche se ha roto y necesitas cambiar el motor?, ¿y has pensado que si compras uno reconstruido te saldrá mucho más barato que uno nuevo?
Imagina que un día vas tan tranquil@ conduciendo tu coche, cuando empiezas a escuchar un ruidito extraño que sale de tu motor. Acto seguido, comienza a salir humo, y te temes lo peor. Tienes que cambiar el motor, y uno nuevo te va a costar un ojo de la cara. Y tal y como anda el patio, estás tú para gastar. Tranquil@, el motor reconstruido es la solución a tu problemas, ya que ofrece las mismas prestaciones que uno nuevo, y con mayores garantías de seguridad que el motor de desguace.
Pero expliquemos antes qué es esto de motores reconstruidos. Pues bien, se trata de motores que, una vez estropeados, son reparados por mecánicos profesionales expertos, que tras un análisis exhaustivos, valorarán cuál es la solución perfecta para arreglarlos. De esta forma, cambian las piezas usadas por otras nuevas, y si encuentran fallos, los solucionan.
Reconstruir un motor en 3 sencillos pasos.
- En primer lugar se desmontan y limpian todas las piezas de motores, comprobando rigurosamente cada una de ellas.
- A continuación, se rectifican todos los componentes dentro de las tolerancias del fabricante de origen, cambiando por unos nuevos, todos los componentes que sufren un desgaste fuerte.
- Por último, se comprueban los motores en un banco de prueba.
Por lo tanto, el motor queda como nuevo, ya que se usan piezas originales y nuevas, o usadas. Así lo señalan en H.I.A. Tracción Industrial (H.I.A.) SLU Grupo Holland Iberica, que es una de las más grandes empresas de importación en España de motores y culatas reconstruidas para motores industriales furgonetas y turismos. Aquí son expertos en la venta de motores reconstruidos en España, su amplia experiencia y el gran número de clientes satisfechos les avalan, así como sus proveedores en Inglaterra, Holanda, Alemania y Francia son de las más grandes empresas en Europa de fabricación de motores reconstruidos.
Las ventajas de usar un motor reconstruido
- Como hemos dicho, no se trata de un motor de desguace, y aunque no es nuevo, funciona como tal, ya que las piezas usadas en su reconstrucción, son completamente nuevas y originales. Así que, no es un motor usado de ninguna manera.
- Tanto las piezas nuevas originales, como el trabajo de reconstrucción realizado, están asegurados con pólizas que garantizan la calidad y la fiabilidad de las mismas.
- Las piezas empleadas para la reconstrucción son de gran calidad, y esto puede demostrarse.
- Además, es ecológico, ya que al no tener que empezar el proceso de fabricación desde cero, se consigue ahorrar una enorme cantidad de energía, contribuyendo al cuidado del medioambiente. Por otro lado, al ser nuevo, emite menos gases y consume mucho menos a la hora de funcionar.
- Por último, aunque no menos importante, está la cuestión económica. Los motores reconstruidos son mucho más baratos que uno nuevo, ofreciendo un óptimo funcionamiento.
El precio de un motor reconstruido depende de la marca, el modelo, la mano de obra y otros servicios adicionales a fin de completar la instalación del motor. Por eso, es conveniente valorar las diferentes opciones disponibles en el mercado, a fin de encontrar el que mejor se ajuste a nuestras necesidades concretas, el que nos ofrezca la mejor instalación al mejor precio.
El motor nuevo
Un motor nuevo es un motor fabricado en una fábrica y que contiene todas sus partes nuevas y originales de fábrica. Has de tener en cuenta, que si decides comprar un motor nuevo, este ha de ser exacto a tu motor viejo, para que tu coche pueda funcionar.
Un motor nuevo, es más caro, pero también tienen sus ventajas, ya que te ofrece la total garantía de estar en perfectas condiciones y de funcionar correctamente. Además, siempre tienen garantía. Pero lo cierto, es que su precio, es bastante más elevado que el de uno reconstruido, y no siempre es posible invertir tanta pasta.
Tú eliges. El motor reconstruido es mucho más barato e igualmente seguro, y apenas existe diferencia entre éste y uno nuevo, excepto, claro está, en el precio.