El traductor jurado es una figura que cada día cobra más importancia dentro de la sociedad Española. Cualquier estudiante o cualquier persona que haya terminado sus estudios y quiera trabajar en el extranjero debe conseguir que un traductor jurado verifique que todas las materias que ha estudiado tienen el nombre y los contenidos que tienen porque sin esa traducción jurada el Gobierno de ningún país, que no sea el del país donde has cursado tus estudios, dará por válido tu título para poder ejercer allí.
Para contratos privados entre empresas internacionales ¿adivináis qué se necesita? ¡Exacto! Un traductor jurado. Para certificados de defunción, balances financieros, resoluciones judiciales, pólizas de seguros, dictámenes médicos y podría seguir enumerando muchísimos casos donde podrías necesitar un traductor jurado si vives fuera de España.
Jti es un equipo de traductores jurados nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores que podrán llevar a cabo todo lo que necesitas en este sector.
A primeros de agosto, por ejemplo, se contabilizaron en más de 16.000 a los españoles que han emigrado a Alemania en 2013. A Francia van a ir alrededor de 14.000 vendimiadores españoles en esta próxima campaña agrícola. En Noruega han solicitado médicos especialistas españoles y en Inglaterra reciben Au Pairs desde nuestro país casi a diario.
Y todo esto no es de extrañar tal y como están las cosas aquí. Todo el mundo necesita ganarse la vida y si ha de ser fuera de nuestras fronteras pues… que así sea. Y llegados a este punto la figura del traductor jurado es primordial.
Una traducción jurada es una traducción certificada mediante la firma y cuño del traductor jurado. Para que ésta tenga la misma validez que el original es vital conferirle carácter oficial y esto sólo puede realizarlo el traductor jurado a través de un sello gubernamental, su fedataria y su firma.